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lunes, 5 de noviembre de 2012

EL PANTEÓN DEL TEPEYAC, UN RECORRIDO POR EL DRAMA SEPULCRAL, EL ARTE Y LA HISTORIA EN GAM




BOLETÍN DE PRENSA DGAM/CCS/033/12

2 de noviembre de 2012



·         En el camposanto reposan los restos de políticos, ex presidentes, pintores, músicos y poetas.
·         Alberga además la escultura de “El Ángel del Silencio”, “embodegada” en uno de sus mausoleos.

  En el marco de las festividades del Día de Muertos y como parte del fomento a la cultura y el rescate de nuestras tradiciones, el Gobierno Delegacional en Gustavo A, Madero, encabezado por Nora Arias Contreras, realizó una visita guiada nocturna al Panteón del Tepeyac, único camposanto construido en la época Virreinal.

  Veinticuatro horas antes del festejo a los santos difuntos y en punto de las 19 horas, las puertas del cementerio se abrieron para que las familias maderenses pudieran participar de un performance,  un recorrido dramatizado, escuchar textos del poeta Xavier Villaurrutia, y disfrutar de hermosas interpretaciones de la orquesta de cámara 315.

  El punto de partida fue el Bautisterio de la Basílica de Guadalupe, donde una larga fila de asistentes, quienes con absoluto respeto e interés, atendieron las explicaciones del guía sobre la importancia de los personajes ahí sepultados y el vasto arte funerario que corona en su mayoría a los sepulcros.

  Héroes y villanos; liberales y conservadores; pensadores y artífices del porfiriato; pintores, músicos y poetas románticos e idealistas yacen en el histórico Panteón del Tepeyac, junto a familias acomodadas de una sociedad que se debatía por otorgar al joven país un rostro de modernidad.
 
  La rica y compleja historia de México durante el siglo XIX y principios del XX se hace presente en el Cementerio del Tepeyac, que también resguarda el conjunto de monumentos artísticos funerarios y que son una muestra indiscutible del sentir de la época y conservan su contenido antropológico y su vigencia artística hasta el día de hoy.

  En un ambiente solemne, los especialistas detallaron a la concurrencia que el Panteón del Tepeyac es el único camposanto de la Ciudad de México construido en la época virreinal que aún se mantiene abierto, cumpliendo las funciones para las que fue creado.

  Su historia –explicaron- inicia en los primero años del Siglo XVIII, estrechamente vinculada a la Capilla del Cerrito y a la casa de ejercicios espirituales anexa.

  Era costumbre de la época que las naves y los atrios de las iglesias se utilizaran para dar sepultura a los fieles, pues se pensaba que de esta manera quedaban protegidos por la santidad del lugar hasta que sonaran las trompetas del juicio final.

  Por tratarse de un templo edificado sobre la ladera de un cerro, las primeras tumbas se dispusieron de forma lateral a éste, debido a que el espacio frontal resultaba muy reducido para acoger a los numerosos grupos de peregrinos que lo visitaban. Fue elegido por las familias devotas de la Virgen de Guadalupe para enterrar a sus deudos.

  En 1859 quedó bajo la administración del ayuntamiento capitalino. Doce años después, cuando los cementerios ubicados dentro de los límites urbanos fueron clausurados, se determinó que el de la Villa de Guadalupe los sustituyera.

  Esto podría explicar la presencia de reconocidos miembros del partido liberal en sus patios.

  Durante el Gobierno de Porfirio Díaz se les hicieron importantes ampliaciones, tal vez porque aquí yacen los restos de Delfina Ortega, su sobrina y primera esposa.

  En el panteón del Tepeyac también reposan los restos del ex presidente, Antonio López de Santa Anna; del poeta Xavier Villaurrutia; del historiador Manuel Orozco y Berra, del doctor Rafael Lucio, y del coronel Miguel López, sólo por citar algunas personalidades.

  Entre los monumentos funerarios más cautivadores y con más de un siglo de antigüedad, la escultura conocida como “El Ángel del Silencio”, creada en 1896 por el artista italiano Giulio Monteverdi, se encuentra “embodegada” en el mausoleo de los descendientes del marqués Miguel de Berrio y Saldívar.

  Cuenta la leyenda que al golpear cualquiera de sus alas, la pieza emite un prolongado y cautivante sonido musical. Esta escultura realizada en un solo bloque de mármol de Carrara no está considerada entre las piezas que pueden admirarse como parte de los recorridos guiados en el museo de sitio de dicho cementerio.

  Este sitio alcanzó su mayor esplendor hacia finales del siglo XIX, gracias a las obras de artistas europeos como Adolfo Pozanelli, E. Panini, Enrique Alciati, Cesare Volpi, E. Pellini Milano y U. Luisa, quienes utilizaron los mejores mármoles y trajeron esculturas de distintos lugares de Europa.

  El Panteón del Tepeyac es un cementerio que destaca por la riqueza artística y testimonial de su considerable cúmulo de monumentos funerarios, representativos de varios estilos y corrientes estéticas del pasado, como el romanticismo, el neogótico, el art nouveau y el art decó.

  En esta ocasión la entrada al público fue posible de manera especial para conmemorar la tradición de Día de Muertos. En otras fechas sólo se llevan a cabo visitas guiadas, cuya autorización debe solicitarse en la Jefatura de Panteones de la delegación Gustavo A. Madero.


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2 comentarios:

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  2. Este sitio al ser un lugar histórico de tal magnitud, debería estar abierto al publico, obras escultóricas y arquitectónicas de tal belleza merecen ser conocidas por los Mexicanos, tal como lo hacen en el panteón San Fernando, AUNQUE COBREN CUOTA¡ pero ya dejen conocerlo¡¡¡¡

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