18 de abril de
2014
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Las
autoridades encabezadas Por Nora Arias reportan una asistencia de 20 mil
asistentes a la crucifixión.
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Para el Domingo de Resurrección se espera
completar la cifra de 50 mil visitantes.
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El
“Operativo Semana Santa 2014” termina el mismo domingo.
“¡Dios mío. En tus
manos encomiendo mi espíritu!”, exhaló el Cristo de Cuautepec instantes antes
de expirar en la Cruz, ante los casi 20 mil feligreses que acudieron a
presenciar la XLIV Escenificación del Viacrucis en esta localidad de la
Delegación Gustavo A. Madero.
En orden y con un
saldo blanco -salvo un desvanecimiento por insolación-, concluyó la representación de la pasión de Jesuscristo
en los Barrios Alto y Bajo de Cuautepec, el tercero más importante de los que
se realizan en el Distrito Federal, por la cantidad de asistentes al mismo.
A las 10:00 horas
en punto, los 280 actores de la procesión, encabezados Oscar Ruiz Arellano (el
Cristo de Ecatepec) salieron de la Capilla del Señor de los Milagros, para
recorrer las diversas calles de la colonia en la ruta del Viacrucis
Romanos, fariseos y
cristianos revivieron los últimos días de Jesús, rumbo al Vivero de Cuautepec,
habilitado como el Monte del Calvario.
Entremezclados en
un ambiente de fervor, penitencia, trabajo y respeto, actores, elementos
policiales, de Protección Civil, servidores públicos y feligreses caminaron las calles ante unos 5
mil vecinos y visitantes que les salieron al paso durante el recorrido de este
pasaje bíblico.
La
procesión salió de la Capilla del Señor de los Milagros rumbo a la Parroquia de
la Preciosa Sangre de Cristo, donde se dio la sentencia de Herodes y Pilatos.
Al
llegar a la Avenida Del Castillo se registró la segunda de las tres caídas de
Jesús durante su Viacrucis, antes de llegar a El Deportivo El Vivero, para su
crucifixión.
Fue
en ese instante, cuando la procesión estaba a punto de dar vuelta hacia el
“Monte del Golgotá, cuando los parlamentos de la procesión se confundieron con
el murmullo de alerta porque un joven de aproximadamente 35 años de edad se
desvaneció por insolación. De inmediato fue atendido por los paramédicos.
La
representación no se interrumpió y continuó su ruta a El Vivero, donde más de
15 mil fieles esperaban a pleno sol,
para presencial la crucifixión del Hijo de Dios.
Con
fervor y sin reparar en los estragos del sol inclemente, los miles de
asistentes escucharon, vibraron y sufrieron una vez más los parlamentos
milenarios que dan cuenta de la vida, Pasión y muerte de Jesús.
“¡En
verdad era el hijo de Dios!” se escuchó el eterno lamento, al pie de la Cruz,
mientras los elementos policiales daban también su parte concluyente a las
autoridades del Gobierno Delegacional en Gustavo A. Madero, encabezadas por
Nora Arias Contreras: “Saldo Blanco y aproximadamente 20 mil asistentes”.
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